Si
estás estudiando en el colegio o en la universidad te habrás dado cuenta cómo
ha cambiado la ciencia en los últimos años. Lo que antes era una teoría, hoy prácticamente es un hecho. Me asombra ver cómo en los
últimos diez años se está enseñando en los distintos establecimientos
educacionales sobre la teoría de la evolución.
Enseñar
sobre esta teoría viene siendo a
estas alturas lo menos malo. Lo qué me asombra no es que enseñen la teoría
de la evolución, sino en cómo la
enseñan.
Antes
de seguir, me gustaría definir lo que es una teoría. La RAE define teoría como conocimiento especulativo considerado con independencia de toda
aplicación y como una hipótesis cuyas consecuencias se
aplican a toda una ciencia o parte muy importante de ella.
¿Qué
quiero recalcar con esto? Que la teoría de la evolución sólo es una
especulación y una hipótesis, pero jamás es algo cierto que hay que darlo por
hecho.
Lamentablemente,
los colegios de mi país no enseñan esto como una especulación sino como un hecho. Hace un tiempo, hablando con mi
sobrina de 12 años me comentaba que en su colegio le están enseñando que la
teoría de le evolución es algo cierto, que el hombre es producto de una
casualidad, y el origen del universo es parte de una espontaneidad. Es decir,
no hay espacio para Dios, no hay espacio para la Biblia. NADA.
Es
decir, en simples palabras, en mi país hay número aproximado de más de 3
millones 400 mil estudiantes, en alrededor de 12 mil establecimientos
educacionales y a la gran parte de ellos se les está enseñando día a día que la
teoría de la evolución es cierta y que no hay espacio para Dios. La gran
mayoría de estos estudiantes están recibiendo enseñanzas erradas en cuanto a la
creación.
¿Y
qué haremos nosotros? ¿Nos quedaremos callados? ¿O seremos capaces de defender
con toda nuestra vida que los primeros capítulos de Génesis que habla sobre la
creación son ciertos? ¿O tú también dudas? ¡Espero que no! Ya que con este
artículo quiero traspasarte la importancia que tiene que defendamos el primer
capítulo de Génesis.
Antes
de seguir, quiero partir refutando una enseñanza errada que enseñan los
evolucionistas, diciendo que no es posible creer en la creación hecha por una
deidad, porque si esto es cierto entonces, ¿quién creó a Dios? ¿qué había antes
de Génesis 1?
- Dios existía en sublime gloria. Dios es eterno; Él no tiene principio ni tiene fin. Por lo tanto, Él es totalmente auto-suficiente y no necesita nada más que El mismo a fin de existir o actuar. (Salmos 90:2)
- La Trinidad estaba en comunión, ya que la Trinidad planeó la redención. El maravilloso plan de redención no fue una ocurrencia divina posterior, ya que el pueblo de Dios fue escogido en Cristo «antes de la fundación del mundo» (Efesios 1:4)
1. VEMOS QUE DIOS CREA
«En el principio creó Dios los cielos y la tierra» (Gn. 1:1) se refiere al pasado sin tiempo cuando Dios trajo a existencia el universo a partir de la nada.
Por lo tanto, Génesis 1:1-2 es la declaración
de que Dios creó el universo; y en el resto del capítulo se ofrece la explicación
detallada de los seis días de la obra creativa de Dios.
Las Escrituras no
revelan por qué Dios escogió empezar Su obra creativa con una masa caótica de
tinieblas que era desordenada y vacía (v.2); pero el Espíritu Santo que se
movía sobre la faz de las aguas, habría de traer orden a partir del caos, y
belleza y plenitud a partir del vacío. Él todavía puede hacer eso en la actualidad
con las vidas de todos los que estén dispuestos a rendirse a Él.
2. VEMOS QUE DIOS FORMA
Hay un
patrón en las actividades
de Dios durante la semana de Creación: primero El formó y después El llenó.
El definió tres esferas de actividad; los cielos, las masas de tierra, y
las aguas; y después las llenó con formas de vida correspondientes.
En el día uno, vemos
que Dios hizo la luz, Pero ¿cómo podía haber luz cuando los portadores de la
luz no se mencionan sino hasta el cuarto día? Puesto que no se nos dice que
esta luz proviniera de alguna lumbrera que Dios hubiese creado, es probable que
proviniera de Dios mismo quien es luz (1ª Juan 1:5) y se cubre de luz como de
vestidura (Salmos 104:2). La ciudad eterna disfrutará de luz interminable sin
la ayuda del solo la luna (Ap. 22:5), así que ¿por qué no podía haber luz al
principio del tiempo antes de ser creadas las lumbreras naturales? Dios no deja
nada al azar, como la evolución, él crea todo perfecto a su debido tiempo.
3. VEMOS QUE DIOS LLENA
Ahora
Dios ha creado tres «espacios» especiales: la tierra sólida, los océanos, y la
expansión del cielo. Durante los tres días creativos siguientes, Él va a llenar
estos espacios.
Dios
había creado el cielo y las aguas, y ahora procedió a llenarlos de forma
exuberante con criaturas vivas (vv.20-23). El hizo aves para que volaran en el
cielo y criaturas acuáticas para que juguetearan en los mares. «¡Cuán innumerables son tus obras, oh
Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus
beneficios. He allí el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres
innumerables, seres pequeños y grandes» (Sal. 104:24-25)
En
este día se añade un nuevo componente a la obra de Dios: no solamente llamó Él
«buena» su obra, sino que bendijo a las criaturas que había hecho (v.22). Esta
es la primera vez que se utiliza el verbo «bendecir» en la Biblia. La bendición
de Dios permitió a las criaturas Y a las aves reproducirse en abundancia y
disfrutar todo lo que Él había hecho para ellas. Y finalmente crea al hombre, a
su imagen y semejanza los creó (v.26)
¿Fuimos
parte de la evolución? ¿Fuimos parte de un accidente? ¡Para nada! Dios nos
creó, tenemos un Creador, y él se merece toda la gloria y la honra. ¿Qué
haremos entonces? ¡Defender esta gran verdad! Y estar seguros y conscientes de
que así como Dios nos creó también tiene un plan para su creación, que toda la tierra conozca de su nombre.
por Jorge Muñoz
No hay comentarios:
Publicar un comentario