El orgullo es el pecado más antiguo que menciona la biblia. No fue en el huerto del Edén sino en el paraíso cuando Satanás se rebeló contra Dios buscando la alabanza y adoración que solo Dios debe recibir. Si comparamos con el carácter de Cristo quien es mando y humilde de corazón con el carácter de Satanás quien busca exaltarse llegaríamos fácilmente a la conclusión de que el orgullo es uno de los pecados que más se asemeja al carácter de Satanás y que más se aleja del carácter de Cristo.
El orgullo nos hace confiar que somos suficientemente buenos, tapa nuestros oídos al consejo, hace que rechacemos el evangelio y nos mueve a andar por nuestro propio camino. No seas orgulloso, no siempre tú tienes la razón y los demás están equivocados. ¡Cuídate del orgullo!
2.- El amor al placer
Es en la juventud cuando nuestras pasiones son más fuertes y nosotros buscamos la forma de llevarlas a cabo. Es en la juventud cuando creemos que la muerte está muy lejos y lo único que deseamos es "disfrutar" la vida por medio del placer, pero con el tiempo nos daremos cuenta que dedicarse a los placeres terrenales y temporales mata el alma, además te darás cuenta que son totalmente vacíos, insatisfactorios y vanos. Parecen ser inofensivos, pero traen grandes consecuencias. Si intentar llevar tu corazón con placeres terrenales, siempre sentirás una voz que te pide más y más. Porque ese es un vacío que solo Dios puede llenar.
Hay un pecado que parece muy placentero a esta edad, el cual algunos le llaman "el pecado de la juventud" y ese es la fornicación. ¡Como he visto caer jóvenes en este pecado! Me atrevería decir que es el pecado que deja más cicatrices en las almas de los jóvenes. Tenemos muchos ejemplos en la biblia de gente que cayó en este pecado como Lot, Sansón o el rey David.
Si amas tu alma y relación con Dios, huye de este pecado. Huye de la ocasión, de la compañía y de los lugares que te arrastren a este pecado. No des lugar al diablo y no permitas que tu cuerpo en vez de ser templo del Espíritu Santo sea templo de maldad.
Se dice que la imaginación es la incubadora donde se empolla este pecado. Evita los pensamientos que te lleven a pensar en la fornicación. Haz cualquier sacrificio que sea necesario para no ceder. ¡Cuídate de los placeres terrenales y temporales! ¡Cuídate de la fornicación!
3.- La irreflexión
Seamos honestos todos tendemos a actuar y después pensar, en vez de pensar y después actuar. La mayoría de los jóvenes raras veces lo hacen y es que a futuro terminaremos lamentando muchas actitudes, palabras o acciones. Déjame decirte que muchas veces hay cosas que no parecen malas al principio y parecen agradables, pero después terminaremos lamentando haberlo hecho.
Aprende a considerar lo que estás haciendo y hacia donde estás yendo. Toma tu tiempo para reflexionar con calma. Ten comunión con Dios en tu propio corazón. ¡Cuídate de la irreflexión!
4.- El desprecio a las "cosas" santas
Los jóvenes son la mayoría de las veces los que no cantan durante la reunión, los que faltan a la iglesia, los que hacen chistes durante la predicación, los que leen menos la biblia y los que oran menos. Al parecer no hacemos nada de eso porque no nos parece divertido o útil, y es triste saber que podemos ser muchos los jóvenes que despreciamos las "cosas" santas, por decirlo de alguna forma. Muchas veces son los jóvenes quienes más se burlan de la cristiandad.
Como cristianos, nuestra base y fundamento es la biblia. Dios se ha revelado a nosotros a través de Su palabra, y a los jóvenes parece no interesarle en lo más mínimo, y más aun muchos desprecian la palabra de Dios. Dios nunca falló en cumplir Su palabra. ¡Cuídate de despreciar la palabra de Dios! ¡Cuídate de despreciar las "cosas" santas!
5.- El temor a la opinión ajena
Pocos son los jóvenes que tienen formada su opinión en la biblia. Muchos son llevados fácilmente por las corrientes del mundo, lo que está de moda. La opinión del día se convierte en su religión, creencia, biblia y dios. "Van para donde calienta el sol" es un dicho popular (que creo es chileno) que describe muy bien a este grupo. Si tus acciones se definen por el ¿qué dirán de mí? demuestra que temes mucho a la opinión ajena. Tomar tus decisiones por lo que el grupo de amigos te dice te llevará a tomar malas decisiones que lamentarás después.
Muchos jóvenes que tienen un temor más fuerte por el hombre que por Dios. Si tus decisiones están orquestadas por Dios no te debe importar la opinión ajena sobre ellas. Busca solo complacer a Dios en lo que haces. ¡Cuídate del temor a la opinión ajena!
Espero que tu caminar sea precavido, no es tiempo para dejar tu alma de lado. Tu vida espiritual es importante, no desaproveches estos consejos.
por Fabián Maturana
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