Muchas veces los jóvenes cristianos enfrentan diversas críticas por su
comportamiento tanto en sus casa, en sus iglesias y principalmente en el mundo.
Como pastor y joven, he tenido diversas luchas para mantener mi testimonio
integro y sé que no solo yo estoy luchando en vivir de forma integra en un
mundo que va en dirección opuesta a lo que a Dios le agrada.
Ahora, quiero mostrarte algunas lecciones que he aprendido y quiero
animarte a vivir de forma diferente en este mundo siguiendo los siguientes
principios.
1.
Vive por principios, no por emociones
El problema con las emociones es que siempre cambian. No
vivimos como cristianos por nuestras emociones, y si lo hacemos, es muy fácil
desanimarse y volver al antiguo estilo de vida del mundo. Nuestras emociones se
ven afectadas por lo que otros opinan de mi, por como yo interpreto mi contexto
y circunstancias, por lo que es muy difícil encontrar firmeza para vivir en
este mundo si tenemos como base lo que sentimos, ya que nuestras emociones no
son confiables, ni podemos saber bien si son verdaderas (Jeremías 17:9-10).
Pero, es muy diferente si aprendemos a vivir por lo que
Dios dice a través de Su palabra. La palabra de Dios no cambia, los
pensamientos de Dios no cambian, su voluntad no cambia. Él es el mismo ayer,
hoy y por siempre (Hebreos 13:8) Nuestras convicciones surgen al entender lo
que Dios quiere para mi vida, y decido vivir de acuerdo al plan superior que
Dios tiene en mi vida y así comprobar que Su voluntad siempre es buena,
agradable y perfecta (Romanos 12:2) Por lo mismo joven, vive por principios y
no por tus emociones.
2.
Vive desarrollando buenos hábitos
Casi todos los
hábitos permanentes que desarrollas en tu vida se forman en la juventud. ¿Qué
hábitos tienes que honran al Señor? ¿Cuántos le deshonran? Una vez escuché que
como cristianos hay 5 hábitos que nos ayudan a crecer y glorificar a Dios y
son: 1) Leer la Biblia; 2) Orar; 3) Congregarte en una iglesia de sana
doctrina; 4) Testificar o compartir la fe con los inconversos y 5) Dar a la
obra.
Pienso que esos 5
hábitos son buenos, pero no son los únicos que podemos desarrollar, también hay
muy buenos hábitos como llegar a la hora (Efesios 5:15-16), no hacer las cosas
a última hora (Proverbios 6:6-9), ser cortés o amable con todos (Filipenses
4:5), ser fiel y enseñable (2 Timoteo 2:2), tener iniciativa, y podría seguir
mencionando varios que te ayudarán a formar carácter piadoso para enfrentar
este mundo. Recuerda, tus acciones hablan más fuerte de quién eres que tus
palabras.
3.
Vive desarrollando buenas amistades
Hay un dicho popular que dice “dime con quién andas y te
diré quién eres”, y hablando de forma honesta, las amistades son demasiado
importantes como para escogerlas mal. La Biblia menciona lo nocivo de tener
malas amistades (1 Corintios 15:33) Quizás no puedes evitar tener amigos
incrédulos, pero no tengas de mejores amigos a incrédulos (2 Corintios 6:14,
Amós 3:3) Las amistades o te edificarán o te destruirán. Desarrolla el buen hábito
de buscar dentro de la iglesia amigos, primero busca tu ser un amigo para otro,
pero sé también un amigo que sea de bendición y edificación. Mi pastor siempre
dice que atraemos lo que somos. Si somos hijos de Dios buscando agradar y
glorificar a Dios en este mundo, atraeremos a gente como nosotros. Te animo a
vivir desarrollando buenas amistades.
¡Si
sigues estos consejos, magnificarás a Cristo andando como es digno de un hijo
de Dios en medio de este mundo contaminado por el pecado!
Por Francisco Barra
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