viernes, 16 de septiembre de 2016

Eligiendo la mejor parte: Mi tiempo a solas con Dios

Es importante hacer todo lo posible para agradar a Dios: Quizás tocando algún instrumento, quizás enseñando en la iglesia a un grupo pequeño, quizás ayudando a los necesitados, quizás haciendo “algo”, lo que sea para Dios. Pero, ¿Cuántos de nosotros consideramos que el pasar tiempo a solas con Dios también es adorar a Dios? ¡Esa es la mejor parte, de hecho, es la primera parte!
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” (Lucas 10:38-42)

Siempre se pone en contraste a Marta y María diciendo que un creyente debe tomar una decisión:
  1. O Ser un trabajador como Marta
  2. O ser un adorador como María
Pero es obvio que Dios quiere que decidamos ser cómo Marta en su trabajo, pero antes de hacer cosas para Dios, debemos pasar tiempo con Él como María. Debemos tener un equilibrio en nuestra forma de vivir.

“Es cierto que es ideal el servir a Jesús, pero lo que hacemos con Jesús es más importante que lo que hacemos para Jesús.” – Warren Wiersbe

No se trata de una situación de lo uno o lo otro, sino de balance en nuestra vida espiritual.
Pocas cosas hacen tanto daño a la vida cristiana como tratar de trabajar por Cristo sin dedicar tiempo para tener comunión con él. Debemos recordar lo que dijo Jesús, que “Separados de mí, nada podéis hacer” (Juan 15:5)

El problema de Marta no era que tenía demasiado trabajo, sino que ella permitió que su trabajo la distrajera y la fastidiara de su prioridad: Pasar tiempo con Jesús.
La clave es tener las prioridades en su lugar:
  1. Jesús primero
  2. Otros segundo
  3. Nosotros al último.
Es de vital importancia que pasemos tiempo “a los pies de Jesús” todos los días, permitiéndole que nos diga sus Palabras. A menos que nos encontremos con Cristo todos los días personalmente y en privado, pronto acabaremos como Marta: atareados pero no bendecidos

¿Qué harás tu? ¿Tomarás la mejor parte cada día? Te  animo a tomar tiempo a diario con Dios

por Francisco Barra

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