viernes, 8 de abril de 2016

Huye ante la tentación

Como jóvenes estamos rodeados de tentaciones. Televisión, internet, amistades, colegio, universidad, trabajo, etc. En todas estas áreas nos enfrentaremos a tentaciones que debemos responder. Nuestra respuesta serán dos opciones: si o no. Dos alternativas: quedarme y caer en tentación o huir y librarme de la tentación. Todos los días estaremos decidiendo si ceder ante el pecado o no. En este artículo te mostraré la vida de un joven, como tú y como yo, y que venció a la tentación. Su nombre es José.

Su historia ante la tentación la encontramos en Génesis 39:7, allí dice:
"Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo."


Una gran tentación estaba ante los ojos de José. Dios no le había tentado. La tentación viene de nuestros propios deseos, y José estaba siendo tentado, y había que enfrentarla. ¿Cómo un joven debe enfrentar la tentación? HUYENDO.

Pablo le dio un sabio consejo a Timoteo, un joven pastor: “HUYE también de las pasiones juveniles”

Un joven sabio sabe que no puedo jugar con el pecado. Es de necios esperar poder ganar la batalla siempre. Es cierto que estamos equipados para poder hacer frente al pecado, pero es de necios pensar que nunca nos pasará nada. El que dice “no, a mí nunca me pasaría tal cosa” probablemente le pase lo que está diciendo. Nunca digas nunca, mejor huye, y no des lugar al diablo. Efesios 4:27


¿Por qué es necesario que huya de la tentación? ¿En qué me beneficia?


1. Huye, porque el pecado daña a la gente que te rodea.

El pecado siempre traerá consecuencias. Eso es inevitable, el pecado traerá condenación y lo peor es que dañará a la gente que nos rodea. José sabía muy bien esto. Él narra en el versículo 8 y 9 que su amo había sido muy bueno con él, entonces cómo le haría este gran mal. En la Biblia vemos otros ejemplos de personas que cayeron en pecado y dañaron a más personas.

i. Adán y Eva pecaron, a causa de eso, Caín mata a su hermano Abel.
ii. David pecó con Betsabé y a causa de eso mata a Urías y su hijo muere.
iii. Los hermanos de José pecaron contra él, y él es llevado como esclavo a Egipto.

Potifar le había tendido la mano cuando más lo necesitaba, había confiado en él, había visto su integridad. Entonces, ¿cómo podría hacerle mal a él?

2. Huye, porque el pecado no agrada a Dios. (v.9)

La parte final del versículo 9 dice: ¿cómo pecaría…contra Dios? Cuando pecamos no solo dañamos a las personas que nos rodean, sino que también a Dios. A él no le agrada y eso lo sabemos muy bien. Pero al parecer siempre lo pasamos por alto. Si eres hijo de Dios, Cristo clavó tus pecados en la cruz, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros (Col 2:14) ¡Nos hizo libres! Pero el precio fue alto, y tuvo un costo, ese fue la muerte de Cristo en la cruz.

3. Huye, porque Dios tendrá misericordia de ti (v.21)


Y esto es lo maravilloso, Dios nos da la salida, y él también nos sostiene. Si nosotros huimos del pecado, él nos dará su misericordia, él nos bendecirá. El relato dice que la esposa de Potifar al ser rechazada inventó que José había sido el que había intentado violarla, y Potifar tuvo que decidir enviarlo a la cárcel.

Al ser enviado a la cárcel, José halla gracia ante los ojos del jefe de la cárcel y le entrega al cuidado de los demás que estaban en la cárcel. Dios responde una vez más y le da un lugar privilegiado a José. José huyó de la tentación y Dios respondió.

¿Cómo vas a enfrentar la tentación? ¿Dejarás que el pecado tome control de tu vida y dañe a las personas que quieres? ¿Dejarás que el pecado estorbe tu relación con Dios? No hay peor estado que el creyente que está apartado de Dios por su pecado.

Toma la decisión desde ya de poner fin a la tentación, decide desde ya huir. Aquí en este relato era un pecado sexual, pero quizás luchas con otro pecado. Cualquier pecado que sea con el que luchas debes huir de él.


por Jorge Muñoz

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