1 Pedro 1:18-20
"Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros."
¿Por qué se le llama preciosa? De eso le voy a hablar hoy y quiero que vea que sin ella, no existe esperanza de una relación con Dios, ni garantía de salvación, ni confianza de que nuestras oraciones sean escuchadas ante Dios el Padre.
La Biblia nunca evita mencionar la sangre. De hecho, está en toda ella como un hilo rojo, desde Génesis hasta Apocalipsis:
Redimir significa "rescatar". Jesucristo fue a la cruz con el propósito fundamental de rescatarnos de una vida de esclavitud al pecado. (Romanos)
Para hacernos libres había que pagar un precio. Pero ¿a quién? Jesús no lo pagó al diablo; pagó el precio que Dios exigía para satisfacer su justicia santa.
La mayoría de las personas tiene la idea de que el Señor las perdonará con sólo pedírselo. Lo que no entienden es que la base de su perdón no es su petición, sino el pago que Cristo hizo de su deuda.
No hay nada que podamos hacer para ganarnos su perdón. El perdón sólo se logra cuando la sangre de Cristo se aplica a nuestras vidas.
3. En ella tenemos Justificación.
La ira justa de Dios caerá sobre la humanidad pecadora (Ro 5.8-10), pero quienes son justificados por la sangre de Cristo serán salvos de ese terrible castigo.
4. En ella tenemos Reconciliación.
Cuando una relación caracterizada por la separación y la hostilidad se convierte en una relación de aceptación y restauración, ese cambio se conoce como "reconciliación".
Por medio de la sangre de su cruz, Cristo hizo posible la reconciliación, al hacer la paz entre Dios y el hombre. Todas las barreras han sido quitadas
5. En ella tenemos Santificación.
En el momento de la salvación, Cristo le santificó a usted con su sangre (He 13.12) al aplicarla a su vida. Esto significa que fue apartado como un hijo de Dios para vivir para Él a partir de ese momento. Usted fue salvado, redimido, justificado, reconciliado y santificado.
Ahora no hay necesidad de sacrificar un cordero cuando queremos acercarnos a Dios.
La Biblia nunca evita mencionar la sangre. De hecho, está en toda ella como un hilo rojo, desde Génesis hasta Apocalipsis:
- La menciona 427 veces
- 84 son en el N.T.
La gravedad del pecado se revela por el inmenso costo de la expiación —la pena es la muerte, que debe ser pagada por el culpable, o por un sustituto aceptable
El sistema de sacrificios enseñaba a las personas que el Señor es santo, que las transgresiones deben ser castigadas, y que la expiación por el pecado se lleva a cabo sólo a través del derramamiento de sangre.
"el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" entró en la escena de la historia humana (Juan 1.29). Jesús no era sólo un hombre; era el Hijo de Dios en carne humana.
La preciosa sangre de Jesús ofrece todo lo que necesitamos para acercarnos al Padre.
Te daré 5 razones maravillosas:
1. En ella tenemos Redención.
El sistema de sacrificios enseñaba a las personas que el Señor es santo, que las transgresiones deben ser castigadas, y que la expiación por el pecado se lleva a cabo sólo a través del derramamiento de sangre.
"el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" entró en la escena de la historia humana (Juan 1.29). Jesús no era sólo un hombre; era el Hijo de Dios en carne humana.
- Su nacimiento fue sobrenatural, porque fue concebido por el Espíritu Santo en el vientre de una virgen.
- Puesto que ningún padre terrenal le transmitió algún pecado, Jesús era el perfecto e inmaculado Hijo de Dios; su vida fue la única sin imperfección, y por eso el único sacrificio adecuado por la culpa de toda la humanidad.
La preciosa sangre de Jesús ofrece todo lo que necesitamos para acercarnos al Padre.
¿Por qué es preciosa la Sangre de Cristo?
1. En ella tenemos Redención.
Redimir significa "rescatar". Jesucristo fue a la cruz con el propósito fundamental de rescatarnos de una vida de esclavitud al pecado. (Romanos)
Para hacernos libres había que pagar un precio. Pero ¿a quién? Jesús no lo pagó al diablo; pagó el precio que Dios exigía para satisfacer su justicia santa.
- Según Ezequiel 18.20, "el alma que pecare, esa morirá".
- El costo de nuestra redención fue la sangre preciosa del perfecto Hijo de Dios, y Él hizo este sacrificio en nuestro lugar.
- Por cuanto el Padre aceptó el pago que Cristo hizo, en aquel momento fuimos rescatados de la condenación del pecado.
2. En ella tenemos Perdón
La mayoría de las personas tiene la idea de que el Señor las perdonará con sólo pedírselo. Lo que no entienden es que la base de su perdón no es su petición, sino el pago que Cristo hizo de su deuda.
- Su santidad no le permite pasar por alto el pecado; tiene que ser castigado.
- Su justicia no le permite perdonar las transgresiones sin un pago.
No hay nada que podamos hacer para ganarnos su perdón. El perdón sólo se logra cuando la sangre de Cristo se aplica a nuestras vidas.
3. En ella tenemos Justificación.
La ira justa de Dios caerá sobre la humanidad pecadora (Ro 5.8-10), pero quienes son justificados por la sangre de Cristo serán salvos de ese terrible castigo.
- La justificación significa que el Padre acepta la muerte de su Hijo como el pago total por nuestro pecado (Ro 3.23-26).
- Jesús es un sustituto satisfactorio, porque Él es el Cordero de Dios sin pecado.
4. En ella tenemos Reconciliación.
Cuando una relación caracterizada por la separación y la hostilidad se convierte en una relación de aceptación y restauración, ese cambio se conoce como "reconciliación".
Por medio de la sangre de su cruz, Cristo hizo posible la reconciliación, al hacer la paz entre Dios y el hombre. Todas las barreras han sido quitadas
5. En ella tenemos Santificación.
En el momento de la salvación, Cristo le santificó a usted con su sangre (He 13.12) al aplicarla a su vida. Esto significa que fue apartado como un hijo de Dios para vivir para Él a partir de ese momento. Usted fue salvado, redimido, justificado, reconciliado y santificado.
- La santificación es el proceso por el cual el Señor está transformando continuamente a sus hijos a la imagen de Jesucristo, a medida que crecemos en santidad, obediencia y conocimiento.
- La salvación no es el punto final sino el comienzo de los propósitos de Dios para los creyentes.
Ahora no hay necesidad de sacrificar un cordero cuando queremos acercarnos a Dios.
¿Por qué es preciosa?
La sangre de Jesús es preciosa, porque Él es el único que pudo pagar el castigo por el pecado del hombre y satisfacer la justicia divina.
por Francisco Barra
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