lunes, 18 de noviembre de 2019

Recuerdos de un joven engañado


En el año 2011 con 16 años de edad tuve mi primer acercamiento verdadero a una iglesia. Estos fueron los mejores tiempos de mi juventud, después de crecer en un barrio rodeado por la delincuencia y drogadicción. Fueron los mejores tiempos, porque por fin estaba rodeado de personas con buenas intenciones, que amaban a Dios y que me demostraban que se podía vivir de una forma diferente a la que yo acostumbraba. 

Rápidamente al pasar las semanas comencé a involucrarme en los diferentes servicios que la iglesia ofrecía y los encargados prontamente comenzaron a delegarme tareas pequeñas como orar o dirigir la reunión, pero al pasar unos cuantos meses ya podía enseñar acerca de lo que había leído en la semana o acerca de lo que el “Espíritu había puesto en mi corazón”. En todo este tiempo nunca fui discipulado o entrenado para hacer el ministerio o enseñar bíblicamente, pero fui ganando confianza entre los miembros de la iglesia y de otras iglesias con las mismas características, porque enseñaba con mucho carisma. 

Recuerdo uno de los servicios donde una mujer de la iglesia, después de su mensaje se acerca a mi “Como vocera de Dios” diciéndome: “Tú eres mi hijo amado, en quien tengo complacencia” (Citando Mateo 3.17) 

También recuerdo uno de los servicios donde un joven en el tiempo de la música “Tocado por el Espíritu” se acerca a mi diciéndome: “Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios con óleo de alegría más que a tus compañeros” (Citando Hebreos 1.9) 

Estaba muy emocionado pensando que estaba en la iglesia correcta y que era alguien especial delante de Dios. (Si revisas ambos pasajes bíblicos te darás cuenta que son declaraciones falsas que se me hicieron, porque los pasajes se están refiriendo, según su contexto inmediato únicamente a nuestro Señor Jesucristo) 

En el año 2013 ingresé a la universidad, donde conocí a un compañero de clases que me habló por primera vez acerca de la doctrina bíblica de la seguridad de la salvación. Esto de inmediato despertó tanta curiosidad en mi, porque era una doctrina que no creía. Desde ahí en adelante comenzó una larga travesía de estudios de la biblia por mi propia cuenta sobre diferentes temas doctrinales hasta el año 2015. (No hubo nadie en la iglesia en todo ese tiempo que resolviera mis dudas con la biblia) 

Recuerdo el invierno del año 2015 que ya por 2 largos años había leído y preguntado lo suficiente para darme cuenta que debía buscar una iglesia de sana doctrina, porque había sido engañado por personas que también fueron engañadas, pero que preferían seguir sus tradiciones, culturas y costumbres antes que ser fieles a la palabra de Dios. No fue una decisión fácil ni sencilla, pero gracias a Dios en diciembre del año 2015, después de muchas lagrimas y oraciones Dios ya me había permitido encontrar una iglesia de sana doctrina. 

Creo que lo más triste de todo fue ver la iglesia influenciada por Satanás y manipulada por su falsa doctrina. (Hoy lamentablemente el panorama no es muy distinto con muchas iglesias en Chile y el mundo) 

Algunas cosas para pensar y para tomar decisiones: 

  1. Si has identificado que tu iglesia es de mala doctrina te ánimo a exponerlo y seguir la verdad con amor. Efesios 4.15
  2. Una vez que lo has expuesto y no encuentres resultados te ánimo a recordar que Dios no nos ha llamado a reformar iglesias, sino a fundar iglesias. Hechos 13-14
  3. Joven ¡No pierdas el tiempo! Han pasado 4 años y aún tengo amigos que están intentando “Reformar” su iglesia de mala doctrina, pero sin tener éxito. Efesios 5.16
  4. Sal de la iglesia de mala doctrina y busca una iglesia de sana doctrina para madurar espiritualmente junto a tu familia o futura familia. Efesios 4.11-12 
  5. No creas que eres un intolerante o no estás amando a las personas por salir de tu iglesia o por no recibirles en tu casa para compartir la doctrina, por el contrario ser fiel al verdadero mensaje cristiano manifiesta un verdadero amor. 2 Juan 1.10-11
  6. No creas que Dios en esa iglesia te bendice y fuera de ella te maldice. (Esto es lo que enseña una secta). 1 Timoteo 4.1-2 
  7. Cuando llegues a la nueva iglesia ten un corazón enseñable y aprende, pese a que en la iglesia anterior hayan inflado tu ego con falsas revelaciones de Dios para tu vida. Santiago 4.6 
  8. No te dejes engañar por el servicio que te están permitiendo realizar en tu iglesia de mala doctrina, porque algún día vas a explotar por la hipocresía de tu corazón y te vas a dar cuenta que no sirve de nada servir a Dios con un corazón no irreprensible y sin mentoría. 1 Timoteo 3.10 
  9. Recurre a un amigo. Esto me ayudó mucho (El amigo al cual recurrí en ese tiempo, ahora, también es pastor en una iglesia de sana doctrina) Eclesiastés 4.9-12 
  10. La mejor arma no es mostrarles cuanto sabes ni pelear, la mejor arma es amarles y mostrarles tu descanso en Cristo acompañado de una separación bíblica. Romanos 14 
  11. Lee 1 Timoteo y compara la carta con tu iglesia. 
  12. Predica la palabra, no tus palabras. 2 Timoteo 4.2
  13. La falsa enseñanza es como SIDA que va matando de a poco lo espiritual de la persona hasta dejarlo propenso a contraer cualquier enfermedad doctrinal. ¡Toma una decisión pronto! 
Romanos 16.17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.

Por John Moncada

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