martes, 12 de noviembre de 2019

¿Cómo pensar bíblicamente sobre la crisis social chilena?


¿Cómo debo reaccionar como cristiano ante el estallido social que estamos viviendo en Chile?

Estoy muy impresionado por lo que está sucediendo, porque sinceramente, esto para mí y para muchos, es algo que nunca habíamos visto. Nuestra reacción a lo que estamos viviendo seamos adultos, jóvenes, niños, adolescentes, adulto mayor, etc. debe hacerse en base a la Palabra de Dios. Porque si lo que escribo hoy, no es de su agrado, sepa que no es conmigo el desagrado, sino con lo que dice Dios.

¿Qué dice la Biblia acerca del estallido social? Quiero compartir cinco principios que al estudiar la Biblia he meditado sobre lo que está sucediendo. Compartiré cada uno, con los versículos para que puedas leerlos y meditarlos:

1.- Ningún gobierno será perfecto, solo el reino de Cristo (2 Samuel 7:8-13, 1 Crónicas 22:10, Isaías 52:7, 33:22, Apocalipsis 1:6, 11:15, 20:6)
Primeramente, la Biblia nos dice que todos somos pecadores, por ende, las autoridades también lo son (sean de izquierda o de derecha). No hay gobierno perfecto, ni lo habrá en este mundo. Las autoridades se equivocarán y serán injustas. El único gobierno perfecto es el de Cristo, reinaremos con Cristo, y veremos la perfección de un gobierno justo, puro y santo. Él es el único que gobernará con perfecta justicia, nadie más. En la historia de Israel hubo buenos reyes y mayormente malos reyes, pero nunca hubo un gobierno perfecto.

No podemos esperar que un gobierno sea perfecto. Cuando Cristo venga a reinar, y reine por la eternidad, entenderemos que solo Él puede darnos lo que necesitamos. Si pensamos que el gobierno es nuestro proveedor, hemos perdido el foco, Jesucristo es nuestro proveedor.

2.- Los cristianos deben hacer lo correcto como Cristo (1 Pedro 2:20-25)
Cristo sufrió… En manos de hombres comunes y corrientes, y de autoridades. ¿Si sufrimos haciendo el bien? Esto agrada a Dios y es aprobado por él. Como Dios es justo, si las autoridades son injustas, Dios pedirá cuentas de cómo usaron su poder. Sin embargo, nosotros debemos pensar bíblicamente en que Cristo sufrió siendo justo, si somos justos y hacemos lo correcto como nuestro Señor y Salvador lo hizo, sufriremos en manos de distintas personas (incluyendo nuestras autoridades).

Debemos seguir el ejemplo de Cristo, en él no se halló engaño en su boca, no hizo pecado, y cuando le maldecían no respondía con maldición, ni cuando padecía amenazaba, sino encomendaba su causa a Dios. Jesucristo es nuestra esperanza, Él es nuestro Dios, nuestro Rey, nuestro Salvador, nuestro Gobernador, quien tiene el control sobre mi alma.

El presidente, las manifestaciones, la lucha social, no es nuestro Mesías, nuestro Mesías es únicamente Jesucristo.

3.- Las autoridades humanas están en las manos de Dios (Proverbios 21:1)
Es difícil pensar en que esto es real, debido a que la mayoría de los gobernantes no glorifican a Dios con sus palabras ni con sus acciones, sin embargo, el corazón del rey está en las manos de Jehová. Las autoridades humanas son puestas por Dios, y están en su mano, y Dios las inclina a donde Él quiere. Mayor es Dios que todos ellos, y si entendemos esto, llevaremos a la práctica el siguiente punto…

4.- Los cristianos deben orar por sus autoridades humanas (1 Timoteo 2:1-2)
¿Recuerdas el primer punto del artículo? Las autoridades son pecadores, y necesitamos que conozcan a Jesucristo como su único Señor y Salvador por medio del arrepentimiento y la fe. Ellos no entenderán la justicia de Dios, a menos que Cristo esté en su corazón, a menos que el egoísmo sea desarraigo de ellos.

Pedimos sabiduría para las autoridades cuando ellas no han conocido en quien están escondidos los tesoros de la sabiduría, pedimos que sean justos cuando no han conocido al Dios justo, pedimos que sean humildes cuando no han puesto su fe en Jesús que es manso y humilde de corazón. ¿Queremos orar por nuestras autoridades? Oremos por su salvación, y luego, para que puedan cumplir su función: que vivamos quiera y reposadamente con toda piedad y honestidad. La función de las autoridades es brindar tranquilidad a las personas quienes gobiernan.

Nosotros debemos cumplir nuestra función: oraremos por nuestra autoridad.

5.- Los cristianos deben vivir bajo las autoridades humanas (Romanos 13:1-5, 1 Pedro 2:13-17)
Este es el punto más conflictivo… Porque para muchos la pregunta es: ¿cómo puedo vivir bajo una autoridad que es injusta? La verdad sencilla es: porque la Palabra de Dios lo dice. Dios desea que honremos a nuestras autoridades. El contexto de 1 Pedro, es aún más fuerte que cualquiera de lo que pudiésemos imaginar, si creemos que nuestras autoridades se han aprovechado de nosotros, debemos entender que, en ese tiempo, Nerón era el gobernador, un hombre que mataba cristianos, prendiéndoles fuego para generar literalmente “antorchas humanas” para iluminar sus jardines. En ese contexto Dios les dice a los creyentes “Honrad al rey”.

Los cristianos no deben ser irrespetuosos con sus autoridades, no deben usar palabras para denostar a las autoridades, ni a políticos, ni a carabineros. Debemos honrarles, esto es agradable delante de Dios. Debemos tener respetos por aquellos que han sido puestos en autoridad porque no hay autoridad sino de parte de Dios.

Conclusión (Isaías 52:7)
En este artículo, no quise poner ningún tinte político, la autoridad es autoridad, y debe ser respetada por el pueblo de Dios. La forma de cambiar la situación de este país, no es a través de marcha, movilizaciones, etc. Es a través de la predicación del evangelio. Porque para el cristiano, su autoridad primaria es Dios, y si Dios tiene bajo control nuestra vida todo estará bien. Una mirada eterna, nos hará pensar en nuestra vida después con Cristo. Según Isaías 52:7 lo único que trae paz, lo único que anuncia paz, es decir: ¡Tu Dios reina! Solo porque Cristo reina en nuestra vida es que podemos tener paz.

Podemos pensar que la demandas son justas, que las movilizaciones son con un buen fin. Pero ellas solo mejoran nuestra vida en esta tierra, no contienen un valor eterno. Veamos cada situación que enfrentamos con la Palabra de Dios, no nos dejemos llevar por lo que el mundo dice, es mejor pensar como Dios piensa, y hacer lo que es agradable a sus ojos.

Por Fabián Maturana

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