En el capítulo 4 del libro de Eclesiastés, Salomón narra
la vida de un hombre solo, que está en esa condición por su orgullo y sus ganas
de trabajar y acumular riquezas.
Sin embargo, la Biblia comienza diciendo que no es bueno
que el hombre esté solo (Génesis 2:18). Dios creó al hombre para que viviera en
compañía, no solo. Dios no quiere que estemos como llaneros solitarios, esa NO
ES su voluntad.
Una leyenda cuenta que hubo un granjero que se encontró
con un genio en el desierto. El genio le dice que puede pedirle cualquier cosa
y se le cumplirá, PERO, lo que él pida se le va a dar el doble a su vecino.
Después de pensarlo mucho, el hombre le dijo al genio que le sacara el ojo
derecho.
Esta leyenda demuestra que el hombre no quiere que su
vecino tenga más que él. Y por lo tanto, queda solo en la vida.
Y aquí lo vemos en Eclesiastés, que Salomón habla de que
mejor son dos que uno (v.9). Dos producirán más que uno, dos se acompañarán
mejor que uno, dos se estimularán mejor que uno.
Esto es todo lo contrario a la sociedad que vivimos. Estamos
en un mundo en donde todo gira en torno a la individualidad. En donde todo se
puede hacer por internet y no hay necesidad de salir afuera. ¡Hasta las cuentas
se pueden pagar por internet! Todo gira ahora en torno al internet. Y a pesar
de que el internet es una buena herramienta, nos está haciendo adictos y nos
convierte en personas solitarias. Ya las personas en vez de juntarse, prefieren
conversar todo por Facebook o por Whatsapp. Se puede hacer video llamadas
totalmente gratis y no hay necesidad ni siquiera de juntarse y verse cara a
cara.
Cada vez hay más jóvenes con tendencias suicidas o
depresivas porque se sienten solos y no se sienten queridos. Cada vez es más
común que en la reuniones familiares estén todos con sus celulares y nadie
interactúa con el de al lado.
Problemas que se viven
ahora pero que al parecer Salomón también veía, por supuesto con otro tipo de
costumbres. El hombre por su naturaleza no puede estar solo, y debe aprender a
andar en compañerismo y amistad. Dios quiere que seamos parte de una iglesia,
que hagamos amistad con otros jóvenes cristianos, que podamos compartir no sólo
en la iglesia, sino que también en otras áreas de la vida, que podamos
compartir la vida juntos y glorificar a Dios en todo.
Pero, ¿por qué Dios
quiere que estemos en compañía? ¿por qué Dios quiere que compartamos la vida
con otros?
1.- Por
ayuda mutua. (v.10)
"Porque si cayeren, el uno
levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá
segundo que lo levante."
¡Qué terrible tener un
problema y no poder contar con nadie que te ayude! Dios quiere que compartamos
nuestra vida, que hagamos amistades con otros creyentes porque quiere que nos
ayudemos mutuamente.
Proverbios 17:17 dice:
“En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de
angustia.”
Se dice que los amigos
se ven en las buenas y en las malas. Los verdaderos amigos te ayudarán aún en tiempos de angustia. Ora a Dios para que
te rodee de amigos cristianos y puedas contar con ellos en todo momento, aún en
los momentos difíciles.
2.- Por
consejos mutuos (v.13)
"Mejor es el
muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos"
Muchas veces no
queremos consejos de nadie en momentos difíciles o cuando de verdad necesitamos
escuchar otra opinión. Debemos estar acompañados para escuchar consejos.
1ª Reyes 12:8 dice que
Roboam, rey de Israel dejó el consejo de los ancianos y se fue tras el consejo
de jóvenes. Lamentablemente eso causó que el reino de Israel se dividiera en
dos y nunca más se volvieron a juntar. Busca buena compañía y obtendrás buenos
consejos. (Pr 11:14)
3.- Por
contentamiento mutuo (v.16)
"No tenía fin la muchedumbre del
pueblo que le seguía; sin embargo, los que vengan después tampoco estarán
contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu."
Al final del pasaje
Salomón dice que los que están en soledad y no escuchan consejos es “aflicción
de espíritu”. Aflicción es dolor en el corazón. El acompañarte de gente sabia
te ayudará a tener contentamiento, gozo por compartir la vida con otros. Poder contar
con alguien nos ayuda a estar alegres y sentirnos queridos por otros. Dios
quiere que nos sintamos queridos, que nos ayudemos, que estemos contentos.
Pídele a Dios buena compañía y agradécele a Dios por tus amigos.
por Jorge Muñoz
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