“El Anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad” 2 Juan 1:1
Aunque no sabemos con exactitud a quien
va dirigida esta carta, sea una iglesia o a una hermana de la iglesia; podemos
notar dos palabras que resaltan: Amor y
Verdad.
Cuando hablamos de relaciones
conflictivas, donde uno de los dos trata mal al otro, o dice palabras
hirientes, o simplemente tiene un carácter con el que impone su voluntad.
Podríamos preguntar a la persona que es la víctima de maltrato: ¿Por qué continúa teniendo una relación con esa
persona? Y quizá las respuestas más comunes sean: Porque lo amo, y el amor
puede más que cualquier defecto, y lo tengo que aceptar como tal.
En este versículo Juan nos muestra que
el amor debe estar fundamentado en la VERDAD
y:
NO es un amor sin
razonamiento
NO es un deseo
irracional
NO es solo un sentimiento
sin control.
El amor debe estar conectado con la
verdad, esto nos ayuda a cuidarnos de las relaciones que nos harán daño.
2.- El amor que nace de la
verdad
Este amor nace por una causa y es por la
verdad, y el siguiente versículo lo aclara:
“A causa de la verdad que permanece en
nosotros, y estará para siempre con nosotros” 2 Juan 1:2
Juan nos dice que nos ama por una causa;
¿Cuál es esa causa? Es que andan en la verdad del evangelio, su amor está en la
verdad. Eso nos ayuda a entender que el amor verdadero debe ir de la mano con
la verdad; no amamos solo por emociones o porque es inevitable; amamos porque
ese amor lo ponemos a la luz de la VERDAD; porque no hace nada indebido, no
busca lo suyo, no se irrita.
¿Está el amor que tienes a tu amigo o tu
pareja en la verdad? O ¿Estas amando solo por amar? ¿Alguna vez
inconscientemente dijiste: Me hace mal esta persona, pero lo amo ó mi amigo me
aleja de Dios pero debo quererlo cómo es? Con tu amor en la verdad que es
Cristo amarás verdaderamente y sabrás que cualquier persona que no está siguiendo
a Cristo no puede amar genuinamente.
“No hay Amor sin la Verdad”
por Camilo Encina
Muchas gracias por el artículo! Es de mucha bendición Camilo!
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